sábado, 11 de julio de 2009

Ausencia...


Le pedí que describiera lo que hacía en mi ausencia. Ella me ofreció tomar con su mano mi mano, y recorrer los surcos invisibles que existían en la memoria de su piel. Me dijo: -la presencia de tu ausencia empieza aquí, con tu imagen y tu voz - y con su mano hizo que mi dedo se posara entre sus ojos, la puerta de la conciencia.
Después deslizó mi dedo por su mejilla, el cuello y su seno izquierdo, y mis dedos acariciaron el contorno, la caída y el centro; -Aquí, en la cúspide, me lates a cada golpe de pensamiento.....- tomó aire y lo soltó de golpe, y apretó fuerte mi mano -para que sientas la emoción- dijo - de quererte sentir tan adentro - , y presionó mi mano hasta llegar a su sexo, cuando me susurró; - aquí me pierdo, aquí te abandóno, como a su suerte abandono mis dedos, lejos de mi conciencia, para que entiendas que hago, cuando llega tu ausencia...

Bebe y Klimt lo acompañan...


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